Un estudio de artista único en el corazón del siglo X.

Entre la Place de la République y la Gare de l'Est, a dos pasos del Canal Saint-Martin, esta antigua imprenta transformada en estudio de artista está hoy ocupada por un videógrafo visual que expone sus hologramas, sus teatros ópticos y sus pinturas.

Un lugar único donde el arte contemporáneo se encuentra con el diseño escandinavo y el industrial.

Las paredes blancas y los suelos de parquet, los muebles en tonos grises y la madera crean un ambiente refinado y elegante, que pone de relieve las obras. del arte expuesto en el espacio.

El conjunto crea una atmósfera serena y estimulante, propicia para la reflexión y la creatividad.

Modular y versátil, el taller ofrece un espacio ideal para albergar una amplia variedad de producciones: rodajes, rodajes, producciones...

Cada sala está diseñada para crear una experiencia inmersiva y artística.

Déjate hipnotizar por las instalaciones holográficas expuestas en la gran sala o intenta imaginar las diferentes combinaciones. de la serie de cuadros colgados en las paredes de la mesa de huéspedes de la cocina.

Las obras están en constante evolución y es posible organizar un encuentro con el propio artista o con un mediador durante su producción.

El taller dispone de una gran sala principal de 75m2 totalmente bañada de luz natural, con capacidad para 70 personas.

Podemos reorganizar el espacio según sus necesidades, utilizando nuestros muebles modulares y ajustando la iluminación para crear la atmósfera perfecta para su producción.

El acceso al techo y las numerosas cortinas facilitan bloquear la luz.

Abierta a la sala principal, una sala de proyección de 20 m2 se transforma en una sala de reuniones o salón según sus necesidades.

Nuestro taller también está equipado con una gran cocina de 45 m2, con un piano de gas, equipos modernos y utensilios de cocina. calidad, capaz de responder a las peticiones de un chef invitado o de un taller de cocina.

Nuestra gran mesa del huésped tiene capacidad para 32 cubiertos para la pausa del almuerzo, pero también sirve como espacio de reunión.

Abierto a la cocina, un jardín de invierno acoge bajo un techo de cristal un pequeño salón más íntimo con capacidad para 5 personas.

Delante de la entrada, también hay una zona de terraza disponible para fumadores.